Thursday, July 9, 2009

Si no, estamos en Honduras

Frase del argó [intencional] mexicano que muchas veces se utiliza de forma negativa. Bueno, esto los mexicanos lo sabemos. Lo que muchos no estan enterados es lo que realmente está sucediendo en la República de Honduras.

I - Un poco de historia

Manuel Zelaya, quien fuera Presidente en el mencionado país hasta hace unos días, quiso hacer una pequeña encuesta a la gente de su país:

¿Está usted de acuerdo que en las elecciones generales de noviembre de 2009 se instale una cuarta urna para decidir sobre la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente que apruebe una nueva constitución política?

Lo que no les cayó bien a muchos hondureños de oposicón es que desde hace tiempo Zelaya viene tramando reelegirse, y como buen país latinoamericano, esto está penadísimo en la mentalidad de la gente. Tanto así, que la Constitución de Honduras de 1982 (la constitución forjada por civiles, pues antes ejectuaban el poder los militares) establece en su Artículo 4 que

La forma de gobierno es republicana, democrática y representativa. Se ejerce por tres poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial, complementarios e independientes y sin relaciones de subordinación.

La alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República es obligatoria.

La infracción de esta norma constituye delito de traición a la Patria.


(239)
El ciudadano que haya desempeñado la titularidad del Poder Ejecutivo no podrá ser Presidente o Designado.
El que quebrante esta disposición o proponga su reforma, así como aquellos que lo apoyen directa o indirectamente, cesarán de inmediato en el desempeño de sus respectivos cargos, y quedarán inhabilitados por diez años para el ejercicio de toda función pública.

(240)
No pueden ser elegidos Presidente de la República:

a) todos los cargos administrativos altos, a menos que cesen sus labores seis meses antes de las elecciones y

b) que no aceptarán a algún militar como Presidente (por obvias razones históricas).

Ahora, para concluir con citas de la Constitución 4 artículos:

Artículo 373
La reforma de esta Constitución podrá decretarse por el Congreso Nacional, en sesiones ordinarias, con dos tercios de votos de la totalidad de sus miembros. El decreto señalará al efecto el artículo o artículos que hayan de reformarse, debiendo ratificarse por la siguiente legislatura ordinaria, por igual número de votos, para que entre en vigencia.

Artículo 374
No podrán reformarse, en ningún caso, el artículo anterior, el presente artículo, los artículos constitucionales que se refieren a la forma de gobierno, al territorio nacional, al período presidencial, a la prohibición para ser nuevamente Presidente de la República, el ciudadano que lo haya desempeñado bajo cualquier título y el referente a quienes no pueden ser Presidente de la Repíblica por el período siguiente.

Artículo 2
La soberanía corresponde al pueblo el cual emanan todos los poderes del Estado que se ejercen por representación.

La suplantación de la soberanía popular y la usurpación de los poderes constituidos se tipitican como delitos de traición a la Patria. La responsabilidad en estos casos es imprescriptible y podrá ser deducida de oficio a petición de cualquier ciudadano.

Artículo 3
Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador ni a quienes asuman funciones o empleos públicos por la fuerza de las armas o usando medios o procedimientos que quebrantes o desconozcan lo que esta Constitución y las leyes establecen. Los actos verificados por tales autoridades son nulos. el [sic] pueblo tiene derecho a recurrir a la insurrección en defensa del orden constitucional.

II - Los hechos en sí

Después de que Zelaya, como Presidente, dijera que quería sacar esa encuesta, que no tenía ningún efecto político real -según él- la Suprema Corte Hondureña dijo que no era posible proseguir tal acto, pues hay artículos dentro de la Constitución que no se pueden enmendar. De igual forma el ejército se opuso y según REFORMA la mayoría del Congreso también.

Con todo esto en mente se orquestó un golpe de Estado planeado entre el Congreso y el ejército. El 28 de junio, en la madrugada, llegaron militares a la puerta del Presidente, lo sacaron de su casa, lo metieron en un coche rumbo al aeropuerto y lo volaron a Costa Rica. Por la mañana Zelaya hablaría incluso con su ropa de noche a los medios de comunicación -haciendo notar que ni tiempo para vestirse le dieron- .Esa misma tarde el Presidente del Congreso Nacional de la República de Honduras, Roberto Micheletti, tomaría protesta como el nuevo Presidente en funciones.

III - Entonces, ¿cómo veo todo esto hasta aquí?

Un hecho así no pasa desapercibido en el mundo. Lo que 'sorprende' a la comunidad internacional es que los golpes de Estado militares ya habían dejado de ocurrir para finales del siglo pasado y se hacía suponer que América Latina comenzaba a ser una zona de desarrollo y prosperidad. Bueno, aquí hay que hacer muchos matices porque Haití y Bolivia no son benchmarks del desarrollo, según mi parecer. Y México bajando en el ranking del Latinobarómetro, siendo considerado por Estados Unidos un lugar igual que Irak en cuanto a muertes de civiles y militares, etc; pues qué decir. Sin embargo, lo sorprendente de este suceso es que no resultó ser sólo un coup militar, sino que tiene el aval del Congreso.

Ahhhh, dirían varios. ¿y eso qué? Pues eso implica que no es un gole militar como los de antaño, sino que los representantes del pueblo (aquí con amplio consideramiento del deber ser) así lo quisieron. O con otras palabras, más realistas, que hay grupos dentro del Congreso que no querían el referendum, ni les gustaba lo que estaba haciendo el Presidente.

Aquí hay que considerar dos cosas. La primera, que el Presidente actúo mal -ya sea que sus acercamientos con Venezuela le hayan inspirado aires de grandeza y que un ejemplo del "aquí y en China" es posible, o lo que usted considere que ocurrió dentro de su mente y la de sus asesores- pues quería hacer algo inconstitucional (la creación de una nueva Constitución) . Segundo, que el llevar a cabo un golpe de Estado con los militares (ya sea con ayuda directa o indirecta, pues al final, si ellos sólo hubieran dicho "sí, apoyamos al Presidente Micheletti" hubiera sido considerado que igual los militares apoyaron el golpe -pero si no hubieran participado, ¿cómo lo obligas a salir del país? es claro que su intervención era necesaria y que, como no es fácil decirle a un militar "o me apoyas o te va mal", estaban de acuerdo con removerlo, incluso sacarlo del país) es también un acto ilegal. Se llega al absurdo en que, entonces, tanto el Presidente Zelaya, como los militares, los Congresistas y Micheletti son todos traidores a la Patria hondureña.

IV - Reacción Internacional y mi pequeño análisis

La comunidad internacional no tardó en dar su opinión. Los vecinos cercanos se vieron consternados por la situación de su vecino y la inestabilidad que pudiera generar en la región. Venezuela dijo que los usurpadores tendrían que ser removidos y que podría entrar a Honduras militarmente a restablecer la democracia (ajá, ese fue Chavez) y la elección del pueblo. Estados Unidos comentó que se tenía que resolver el problema de forma pacífica, siempre respetando los valores de la democracia. México se aventó a ser el mediador de la situación entre ambos líderes hondureños. Y, ningún país del planeta tierra ha reconocido el gobierno de Micheletti.

¿por qué?

Bueno, claramente todos habían violado la Constitución. Comenzando por ahí, uno se debe sentar en una mesa con las personas y comenzar a hablar en un lenguaje de negociación diplomática qué quiere uno, que el otro y qué están disupestos a conceder. Fuera de este punto, yo considero que lo que realmente se está viendo aquí son dos cosas:

1) que la comunidad internacional sí creía, realmente, que la era de los coup d'etat ya había sido superada por los países de esta región,

2) que si iban a remover al Presidente, esa no era la manera de hacerlo.

Me interesa muchísimo que se piense en todo el mundo que la época de golpes de Estado haya finalizado, pues si fue parte de una cultura (actos de repetición que forjan las maneras de pensar y actuar de varias generaciones), se sorprendan que ocurran una vez más. No quiero decir que es natural esperar golpes en América Latina, sino que habría de entenderse por qué ocurrió el gole, si es que estas cosas ya no sucedían.

En cuanto a que esa no era la manera de llevar a cabo un golpe, pues creo que fuera de lo diplomático, a todo Presidente le hace temblar. Si la encuesta que quería dar Zelaya era considerada ilegal, entonces él no tendría por qué haberla empujado más. Por otra parte, si de todos modos hubiera salido la encuesta, y la mayoría no lo quiere en el país, entonces hubiera sido lógico dejarla pasar y ver que el pueblo le diga que no y que pase todo tranquilo. Así se podría haber callado a otros Presidentes que también han buscado reelegirse y que ahora quieren hasta intervención militar -o claro, eso dicen-. Pero entonces aquí ¿les habrá entrado la duda sobre los ciudadanos?, ¿qué tanto apoyo real tiene Zelaya en los ciudadanos hondureños?

Esto me lleva a pensar que el argumento sobre los valores de la democracia, por más hipócrita o manipulativo (útil para conseguir lo que uno busca) que parezca, tiene cierta legitimidad. Los Estados se están basando en que se busca reestablecer el orden constitucional y democrático. Ahora, este orden es uno en el que los ciudadanos votan por su ejecutivo. No obstante, Zelaya dijo que regresaría a su Estado, pero cuando lo quizo hacer - el 5 de julio- no lo dejaron aterrizar en la pista del aeropuerto de Tegucigalpa, pues estaba bloqueada y las autoridades aéreas amenazaron con derribar el avión si intentaba hacerlo. Después Zelaya diría que "no es negociable" su reinstauración como Presidente de Honduras. Esto ya no suena a problema político, sino también a berrinche; habrá que recordar la crisis de Zimbabwe en la que Mugabe no quería soltar el poder (y las elecciones en las que muchos de los compañeros politicos de Tsvangirai resultaron desaparecidos y muertos). Sí, hay que considerar que él representa también a su partido y a mucha gente, pero hay medios pacíficos para la solución de controversias; y si ya te sacaron del poder, pues negocia y ayuda a tus colegas y representados -pareciera poco probable que regrese al país y todos los demás se queden callados y acepten-; ese es mi humilde punto de vista.

No le fue fácil al gobierno de facto establecerse en el poder. Mucha gente salió a las calles y protestó. A esto el gobierno decidió lo obvio, imponer control: toque de queda. Este gobierno claramente no parece uno amigable con su gente, o más bien con la oposición, y la consideración de apoyarse en el ejército para mantener el orden no es nuevo en el continene. Mas, ¿no que era la mayoría?, ¿realmente una minoría puede hacer tantas revueltas y ocasionar esa violencia? No tardaron las Naciones Unidas en descalificar al gobierno y pedir la necesaria restauración del orden. La Organización de Estados Americanos pidió la reinstauración inmediata de Zelaya. El Banco Mundial canceló la ayuda a Honduras y todos los países de la Unión Europea retiraron sus embajadas aunado a los amigos andinos del ¿ex?presidente: Ecuador, Bolivia y Venezuela. México retiró a su embajador y dijo que no es que rompiera relaciones, pues dejaban a Carlos Ángel Torres García como Encargado de Negocios ad interim.

El actual presidente de Costa Rica, casualmente el país al que fue enviado por el ejército, quien fuera premiado con el Nobel de la Paz en 1987 por sus labores en el proceso de paz del conflicto en América Central, fue escogido como negociador hace dos días para llevar a cabo una reunión hoy 9 de julio con ambos individuos en disputa de la Presidencia. Sin embargo, Micheletti ha dicho que el regreso al poder por parte de Zelaya es imposible.

He aquí entonces la cuestión. La solución al problema no es sencilla, aunque sí es fácil de comprender la situación. Cuando se tiene un deadlock en una situación así se tienen que hacer consesiones, y bajo la premisa de que la comunidad internacional busca la restauración del órden democrático yo -y podría estar mal, muuy mal- pienso que se celebrarán elecciones, o que habrá alguna consesión muuuy interesante. Igual ambos escenarios son complicados porque ¿elecciones entre quién y quién? y ¿a poco se respetará el proceso y los resultados? y si son consesiones ¿qué pasará con uno u otro? la propuesta de alguna idea vislumbra las ideas hacia el futuro e incluso pueden llegar a confundir más, por eso mejor aquí dejo lo que yo pienso que pueda pasar.

México dijo que respalda la gestión mediadora de Oscar Arias en la búsqueda de una solución a la situación que prevalece en Honduras. Comienzan hoy las negociaciones mientras que la selección de Aguirre desea un triunfo ante Panamá y Calderón está de tour en Europa con el G8. A la mayoría de los mexicanos ni les pasa por la cabeza que en estos días se juega el futuro de un país cercano al nuestro.

2 comments:

stevie said...

Pequeña aclaración que muy pocos medios han recogido: la Asamblea Constitucional se erigiría a mediados del próximo año, después de que Zelaya dejara la presidencia.
Mientras todos los noticieros lo pintan como un Chávez todavía más bananero, a mí no me queda claro qué buscaba hacer, porque no le daban los tiempos para la reelección.
Moreover, y eso es lo que me molestó de Zelaya: pinche pregunta vaga "¿Está usted de acuerdo con una nueva asamblea constitucional?". Seguramente sí porque la Constitución ha de ser una porquería. Tendría que haber especificado lo que buscaba.
Nevertheless, eso no quita que Micheletti sea un cerdo.
Y por terminar mi ramble: la palabra que verifica este comentario es "mullychi".
Cheers

Yami no Ookami said...

Hijoles Man, este caso ha sido uno de los más complicados. Como bien tu dices, ambos actuaron fuera de la ley, aunque por un lado, si nos apegamos estrictamente a la teoría democrática, pues en realidad el presidente descató a la Suprema Corte, o al menos intentaba hacerlo, por lo que las acciones tomadas por el congreso y la suprema corte, en el sistema de pesos y contrapesos, podrían ser, en dado caso "legales." Ahora bien, las acciones de los militares, como una orden del congreso, al que en teoría responden en caso de que el presidente sea removido, pues no me suena taan fuera de la ley. Lo que es cierto es que de ambas partes hicieron un cochinero muy loco, y que la neta la opinión internacional importa poco si ninguna de las partes está dispuesta a ceder.